No vamos a banalizar nada en esta columna, pero el 2016 fue un pésimo año. Se nos fue Bowie, Cohen, Prince, Carrie Fisher, entre otros. También se nos fue la oportunidad de contar con mercados menos volátiles.  

Este 2017 empezamos con un dólar al alza gracias a una subida del tipo de interés de corto plazo de la Reserva Federal o Banco Central de los Estados Unidos, conocido como FED y comandado por una neokeynesiana como Janet Yellen que –y es verdad como templo- desea plantarle cara a un Donald Trump y a su ecléctico modelo macroeconómico Trumpeconomics.

Veamos qué puede pasar.

DÓLAR AL ALZA O EN EL “MEJOR DE LOS CASOS A LA DERIVA”: ¿LA FED Y YELLEN TIENEN LA CULPA? 

No lo creo.

El pasado 15 de diciembre del 2016 y por segunda vez desde el 21 de setiembre de aquel año, la FED subió esta herramienta o tipo de referencia a corto plazo en 25 básicos situándose la tasa en 0.75%.

¿Por qué se hizo esto con tanta celeridad? ¿Por qué el apuro? ¿El problema es la FED y su presidenta Janet ´la paloma´ Yellen? Pues veamos.

Existe entre los estructuralistas de la FED –además del miedo a la inflación- un gran temor que tiene nombre propio: Donald Trump y su Trumpeconomics que resumimos de esta manera:

Recortes programados en impuestos para ricos y clase media alta de hasta $1,000 millones, macroplan de inversiones sectoriales focalizadas en lo que yo llamo una suerte de neokeynesianismo bélico 2.0 y –quizás lo más bizarro de la filosofía económica de Trump- proteccionismo exacerbado que pretende desmantelar, sobre todo, tratados comerciales transpacífico.

del elegante y keynesiano new deal de los años 30 y 40 a esto. foto: bussines insider

Todo ello es la tormenta perfecta que disparó el recelo a la inflación, y que a la señora Yellen y su equipo la puso sobre aviso. 

“Creo que veremos una suerte de keynesianismo militar”, señala Sherle Schwenninger, del World Policy Institute en Washington. “El Congreso, tanto los republicanos como los demócratas no van a aceptar grandes inversiones en infraestructura financiadas por la emisión de deuda así que quedan los recortes de impuestos y el aumento del gasto en defensa”

Todo indica, de acuerdo a analistas que ella -Yellen- prefirió curar en salud la economía estadounidense antes del 20 de enero, fecha en que el magnate inmobiliario asuma el mando con el concurso del rapero Keyne West, aquel que dijo “soy un orgulloso no lector de libros” y por cierto, el único músico que aceptó cantar durante el evento. Previamente, diez intérpretes rechazaron hacerlo.

El problema entonces no es la FED, el problema es Trump y su disonancia cognitiva económica

Y ENTONCES, EL DÓLAR QUÉ

La economía estadounidense se ha fortalecido por el lado de la renta y producto, lo que ha permitido un consumo más sólido en términos de demanda que años anteriores; además, el país del norte ha consolidado buenos indicadores de empleo.

Esto ciertamente puede generar que haya presión el sistema de precios y ese crecimiento en la renta corra peligro de diluirse en inflación; por ello, Yellen implementó una política monetaria de freno a través del incremento de la tasa de referencia: fue ello y Trump como señalé.

Y se advierte que no va a ser la primera vez, se vendrán más incrementos con tal de atajar la temida inflación porque no es gracioso que un trabajo de dos años de Yellen y su equipo se lo traiga abajo un programa Trumpeconomics que –entre otras cosas- pretenda una inyección brutal de dinero en la economía más consumista del planeta acompañada de un gasto bélico enorme.

"Y tendrá [subidas] principalmente porque no se trata de un alza aislada ni un impulso inercial (segunda subida de tipos con Yellen) sino que pretende fijar un programa regular de subidas de tipos a un ritmo de tres de 0,25 puntos por año. Como toda decisión monetaria, responde a un temor: la política económica anunciada por Donald Trump —sobre todo la rebaja de impuestos— conduce probablemente a un escenario de inflación más alta", nos dice un crudo editorial de El País.

Es en ese contexto que el dólar arremetió con fuerza en los mercados. Se hizo poderoso, al menos de momento. 

Producto y empleo en alza, tasa de referencia hacia arriba y precio del oro en declive fueron el hábitat perfecto para que la moneda estadounidense reverdeciera.

EL DÓLAR ¿SE ESTABILIZARÁ?

No obstante este comportamiento, ¿qué se espera en el mediano plazo? La economía es dinámica y no estática pues los mercados así lo son.

¿Llegará un momento en que el dólar no pueda más con aquella dinámica y ceda?

Ante el hecho de que el producto –habida cuenta incrementos en el tipo de referencia a corto plazo- puede ceder, el dólar también podría corregir después de un rally espasmódico. Es lo lógico. Lo esperado.

Además hay otro factor: operadores del mercado de oro, que en Londres cerró el 30 de diciembre del 2016 en un bajísimo $1,159.10 la onza troy no se quedarán de brazos cruzados esperando que la tasa de la FED afecte renta y producto; por lo general el mercado de este metal precioso se adelanta a un dólar a la deriva. 

Apenas estos agentes vean al dólar un pelín débil, migrarán hacia el metal amarillo y con ello, el oro retomaría su senda de refugio de valor.

A esperar que sea así.

DÓLAR 'MADE IN PERÚ'

Localmente, la depreciación del sol frente al dólar no fue dramática. El mercado informal cerró en un cómodo y casi inalterable S/3.39 la venta el sábado 31 de diciembre del 2016.

Aquí, reflexionamos en torno a dos posibilidades que resultan de esta divergencia: que nuestro ecosistema macroeconómico (enfriado y con un estancamiento prácticamente secular) no haya absorbido el comportamiento y tendencia del precio internacional de la divisa estadounidense; o que, efectivamente y como mencionó Paola Alva, analista senior de Intéligo SAB, se esperaría una depreciación fuerte del sol frente al dólar para las próximas alzas de la tasa de la FED: cosa que se reflejará durante el primer semestre del 2017.

De acuerdo a ambas premisas, el dólar para nosotros, los románticos peruanos, será un “barco a la deriva” para los próximos cinco o seis meses y alterado –cómo no- por la FED y el precio del oro.


AQUÍ, una reseña del "nuevo jale" de Trump: el errático Goldman Sachs vía mi videoblog "Cuaderno de Economía" [sigue leyendo después del video]:


EN CORTO, QUÉ NOS ESPERA.

De momento, incertidumbre.

Mercados volátiles, dólar a la deriva, acuerdo transpacífico desmantelado, mercados de bonos ricos en apuestas de corto plazo (más volatilidad), dinero caro y China y Alemania debilitadas por estar atacadas por una moneda estadounidense con fuerte variabilidad de cotización.

"Trump quiere oponerse con vigor a lo que considera el mercantilismo de China y Alemania", explica Schwenninger.

Para la región y en concreto para el Perú, temo un sesgo recesivo que es como llover sobre mojado ya que llevamos poco más de treinta y seis meses de recesión:

La subida recurrente de la tasa FED provocará en primera instancia una disminución de precios de las materias primas (metales), el valor de las exportaciones descenderá y con ello un impacto negativo en el crecimiento del producto local.

No obstante a ello, ¿el oro por ejemplo repuntará como se deslizó líneas arriba? ¡Tiene que hacerlo! Porque un dólar envalentonado no puede contener el ritmo por tanto tiempo.

Veamos entonces el vaso medio lleno.

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(Foto de cabecera: Youtube)


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